Si la motivación y el empeño cofrade tuviesen nombre propio, sería sin duda alguna, El Ejido. Esta ciudad próspera y en expansión cuenta con una Semana Santa muy joven, en la cual, se lleva trabajando mucho para que cada año sea un poquito más grande. Sólo 19 años de vida cofrade que han servido para que El Ejido viva sus días de pasión como cualquier otro pueblo o ciudad de Andalucía. Una historia de pocos años que aún no ha puesto su punto y final.
Viernes Santo de 1992. Diez de la noche. Máxima expectación en El Ejido y especialmente en el barrio de Santa María del Águila. No es para menos. Tras muchos años sin procesiones de Semana Santa, sale a la calle, por primera vez una joven cofradía. A partir de ese momento histórico nace un antes y un después en la Semana de Pasión local.
El Ejido se caracteriza por ser un municipio de reciente creación. Concretamente, fue en el año 1982 cuando se segregó oficialmente de la vecina Dalias. A pesar de este hecho, las tradiciones y costumbres populares han tenido siempre un gran peso en la localidad. Muchos vecinos del pueblo, sobre todo los más mayores, recuerdan como era aquella Semana Santa lejana y primeriza. El Santo Entierro recorría las calles de la localidad de forma solemne y en absoluto silencio. El Cristo Yacente y la Virgen de la Soledad eran portados por los propios vecinos de El Ejido: los hombres acompañando al Cristo y las mujeres con la Virgen. Pero a pesar del arraigo de la procesión, la salida de ambas imágenes acaba perdiéndose definitivamente durante los años 70.
El pueblo se acostumbró entonces a vivir su Semana Santa sin procesiones, a excepción del núcleo costero de Balerma, que alberga una gran cantidad de tallas que procesionan el Jueves y el Viernes Santo. Para disfrutar de cortejos procesionales, muchos ejidenses debían irse a municipios cercanos como Dalias y Berja, o dirigirse directamente a la capital almeriense.
Este es el panorama que se dibuja en El Ejido hasta la llegada del año “mágico” 1992. Después de un duro trabajo que comienza dos años antes, los hermanos de la Cofradía del Santísimo Cristo de la Paz y Nuestra Señora de los Dolores están de enhorabuena: las dos imágenes salen por primera vez a la calle.
Serafín, capataz del trono de la Virgen y tesorero de esta cofradía, que a día de hoy cuenta con unos 700 hermanos, recuerda como fue esa primera estación de penitencia: “Para mí fue algo muy grande y a la vez muy sencillo. Las imágenes salieron solamente sobre las parihuelas. Fue un auténtico reto, pero a la gente le encantó. Muchos no se creían demasiado el proyecto, pero comenzaron a animarse cuando llegó la imagen de la Virgen. Entonces comenzaron a hacerse los trajes y a inscribirse en la Cofradía”. El Cristo de la Paz se caracteriza por ser una imagen pequeña que ya se encontraba en la parroquia. Por su parte, la Virgen de los Dolores fue adquirida en Sevilla.
Desde entonces, estas dos tallas procesionan cada Viernes Santo por las calles de Santa María del Águila. Un dato curioso es que, a pesar de varias propuestas para cambiar el Cristo, no han salido adelante debido al enorme cariño que, tanto los hermanos como los vecinos del barrio, tienen hacia la pequeña imagen.
Con esta salida procesional, por fin volvía del “exilio” la Semana Santa ejidense. Pero muy pocos esperaban que, un año más tarde, otra cofradía pondría en la calle un nuevo paso. Fue el Jueves Santo de 1993 cuando salió por primera vez la imagen el Santísimo Cristo del Amor. Concretamente, los inicios de esta hermandad estuvieron muy vinculados a los jóvenes de la parroquia, que promovieron junto al sacerdote, la constitución de esta Hermandad en el barrio de Santo Domingo, casi de forma paralela a la de Santa María del Águila.
En pocos años dos cofradías se habían estrenado en la Semana Santa local y esto fue, sin duda, gracias a la motivación y empuje de muchos ciudadanos y a las ganas que había en El Ejido de celebrar la Semana de Pasión con cortejos procesionales. La Hermandad del Cristo del Amor cuenta en la actualidad con unos 215 hermanos. Con hábito negro y solemnidad absoluta, el cristo recorre el barrio cada noche de Jueves Santo, acompañado por un gran número de fieles que le van rezando las estaciones del vía-crucis.
Pero el “milagro” de los 90 vuelve a repetirse y, tras la primera salida del Cristo del Amor, sólo tienen que pasar 4 años para el nacimiento de otra Hermandad. Esta vez fue en el mismo El Ejido, concretamente en la Iglesia de Santa María de la Paz, del barrio de la Loma de la Mezquita.
El 24 de octubre de 1997 quedó constituida de forma oficial la Muy Ilustre y Venerable Cofradía Sacramental de Nuestra Señora de las Angustias y el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que actualmente cuenta con unos 600 hermanos.
El origen de esta Cofradía se remonta al cariño que muchos fieles de la parroquia procesaban hacia la advocación de la Virgen. La talla de las Angustias, realizada por el escultor Fernando Castejón, llegó el día 25 de septiembre de 1999 y fue presentada a los ejidenses el 24 de octubre.
Con la imagen de la Virgen, la cofradía realizó su primera estación de penitencia en el año 2000. Paco Hernández, diputado de Juventud de la Hermandad, recuerda aquella primera salida procesional: “Desde la primera salida y hasta la última, las he vivido desde dentro, ya que siempre he sido penitente de la sección de la Virgen. El recorrido fue muy parecido al actual, solo que a la inversa, es decir, primero subíamos por Mecina Bombarón, Loma de la Mezquita para seguir Boulevard hacia abajo. La Virgen salió en un trono que, según los costaleros, pesaba mucho, y los faroles fueron prestados por la Hermandad de la Cena de Almería. Hubo muchos nervios. Yo recuerdo que el traje de penitente lo saqué del armario el Viernes de Dolores. De esa primera salida procesional lo que me sorprendió muchísimo fue la gran cantidad de sentimientos que se pueden tener en un momento. Al salir a la plaza y verla abarrotada te sobrecoges. Yo no esperaba una acogida así”.
Simultáneamente, ese año la Parroquia de San Isidro Labrador da un paso adelante, y decide sacar en un pequeño trono y en forma de vía-crucis la talla del Cristo de la Misericordia, que había presidido el altar del templo tiempo atrás.
Sin duda, estas dos procesiones supusieron un verdadero empujón a la vida cofrade ejidense, y unidas a las hermandades de Santa María del Águila y Santo Domingo, así como a las procesiones de Balerma, comenzó a dibujarse un panorama en El Ejido totalmente diferente al de años anteriores. En poco más de 10 años se había pasado de nada a todo, pero lo mejor es que aún quedaban cambios por llegar: Un año más tarde volverá a salir a la calle la Soledad de El Ejido, una imagen muy antigua que acompañará por primera vez al Cristo de la Misericordia en el vía-crucis.
En 2002, la Cofradía de las Angustias incorpora a su otro titular: el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, del escultor Arteaga. “El autor de la imagen guarda un especial cariño a nuestra talla. Además, la imagen de este Cristo transciende de nuestras fronteras, ya que es tanta la admiración que despierta en nuestros legionarios que cuando han salido fuera en alguna misión, como por ejemplo en Afganistán, se han llevado la imagen de nuestro Cristo para presidir su capilla”, señala Hernández. Ese año, el Cristo de la Buena Muerte recorrió por primera vez las calles de El Ejido portado por legionarios, tal y como se sigue llevando a cabo en la actualidad. Como novedad, durante las últimas estaciones de penitencia se ha incorporado acompañamiento musical a la sección del Cristo.
Con la nueva talla, la Semana Santa de El Ejido se engrandecía un poquito más, pero el momento cumbre llegó poco tiempo después con otro hecho histórico que dio un vuelco absoluto a la celebración. Debido a la gran motivación y las enormes ganas de la Parroquia de San Isidro, el Santo Sepulcro de la Iglesia de San Isidro volvió a salir a la calle junto a la Virgen de la Soledad, respetando la tradición de iniciar el cortejo de forma solemne a las once en punto de la noche, acompañado por el sonido de una caja. El Cristo de la Misericordia comenzó a salir a partir de ese momento el Miércoles Santo en forma de Vía-Crucis.
En la actualidad, tres cofradías, así como las procesiones de Balerma y El Ejido, llenan de incienso y pasión la Semana Santa local actual.
Semana Santa 2009Otro año más, ya se trabaja duro que la próxima Semana Santa sea un éxito. Las cuadrillas de costaleros inician sus ensayos, las bandas de música comienzan a contratarse y se ultiman los estrenos y detalles de última hora. “Este año vamos a estrenar un nuevo estandarte de la Cofradía, porque el que teníamos lo hicieron las camareras de la Virgen y estaba deteriorado. También, otra novedad será el llamador del cristo” comenta el tesorero de la Paz, Serafín. Por su parte, la Cofradía de las Angustias no tendrá ningún estreno este año, aunque posiblemente para la Semana Santa de 2010 se culmine definitivamente el paso de la Virgen con la incorporación de la candelería de plata.
El estreno más importante puede ser el último proyecto de la Cofradía del Amor. Lola Ortega, Hermana Mayor de la hermandad, comenta que se están esforzando mucho para que en esta Semana Santa el Cristo estrene un trono: “Queremos incorporar un nuevo paso, aunque si sale este año, lo hará sin estar totalmente finalizado. El carpintero lo tiene ya muy avanzado. Se trata de un trono de estilo malagueño y más grande que el actual. Nosotros queremos mantener nuestra sobriedad. Somos una cofradía de austeridad, pobreza y oración”.
Por su parte, el gran cambio de esta Semana Santa 2009, y que puede suponer un antes y un después en El Ejido, puede ser una posible modificación en recorrido del Santo Sepulcro de San Isidro. Se ha propuesto que el cortejo procesional baje por la calle Lobero hasta el Boulevard para incorporarse a la Cofradía de las Angustias en un pequeño tramo. Sería el primer intento de carrera oficial en El Ejido y un paso más en el crecimiento de la Semana Santa local, aunque posiblemente esta idea tenga que ser estudiada con más detenimiento.
Paco Hernández opina que sería un hecho muy positivo: “Sería impresionante. Creo que el pueblo de El Ejido respondería muy bien llenando el boulevard”, apunta Hernández.
Retos para el futuro
A pesar del esfuerzo que las cofradías están llevando a cabo, no hay que olvidar que se trata de hermandades muy jóvenes, por lo que todavía quedan muchas cosas por hacer. “En cuanto al proyecto del trono del Cristo de la Buena Muerte, de momento no hay nada mas que un boceto. Se ha debatido sobre si se hace uno en orfebrería por ser mas barato o no, pero yo creo que finalmente llegaremos a un trono neobarroco, como se merece nuestro titular” señala el diputado de Juventud de la cofradía.
El manto de la Virgen de las Angustias también está aun pendiente, debido al alto precio que requiere el bordado. Serafín, de la Cofradía de la Paz, comenta que el proyecto más importante que quiere desarrollar la cofradía es la nueva casa de hermandad. Además, señala que aún quedan varios retos por conquistar: “Al paso de la Virgen le faltan aún los candelabros de cola. Además, hay que bordarle el palio a la Virgen y el manto”.
El nuevo trono para el Santo Cristo del Amor es el otro gran proyecto que un futuro muy próximo se verá cumplido. Ya queda poco para que de nuevo el incieso y los sonidos de cornetas y tambores vuelvan a inundar El Ejido. Una Semana Santa joven y sencilla, que cada año va a más.
Por Guillermo Villalobos